El ardiente abrazo entre el par comenzó con un deseo que ya no podía ser ignorado.La mujer, de cabellos sensuales castaños, ya estaba vestida con su lencería seductora, atrayendo al hombre que no podía evitar responder a sus avances irresistibles.La intensidad de su lujuria se construyó en los corazones y los miembros de ambos, y con gran empeño, se desnudaron el uno al otro, exhibiendo sus cuerpos musculosos y morenos ante los ojos anhelantes del otro.Sus labios hambrientos se encontraron con pasión, sus manos explorando el cuerpo del otro con una ansiedad que rozaba la desesperación.El hombre trazaba las delicadas curvas del cuerpo de la mujer, sus dedos quedándose estancados en sus labios hinchados, y ella no pudo resistir la necesidad de envolverlos alrededor de su polla endurecida, buscando la satisfacción que solo él podía proporcionar.Los ojos se encontraron mientras se sumergían en su danza erótica compartida, y ambos sabían que pronto llegarían al punto de no retorno, el momento de la liberación blusa había finalmente llegado.Las manos del hombre se deslizaron entre sus senos suaves, encontrando su clítoris para enviar chispazos por su espalda mientras ella continuaba devorando su durazno, sintiendo que su orgasmo se acercaba con cada momento que pasaba.Su cuerpo se tensó, y con un último golpe potente de él, ella tembló y se corrió, su líquido derramándose por su polla.No podía contenerse más, él retiró su rostro de su boca lo suficiente para reclamar su cunnada temblorosa en la posición de perro.Hundiéndose profundamente en ella, el hombre gruñó en alto mientras los muslos apretados de la mujer se contrajo alrededor de él, haciendo la lucha por su polla por todos lo que estaban valiendo.No podía reprimirse por mucho más tiempo, él rugió su propia satisfacción, llenándola con la fluida deliciosa de su liberación mientras ella temblaba y gemía bajo él.Ambos recuperaron el aliento, los ojos se encontraron una vez más, y el par compartió una sonrisa entendida antes de abrazarse entre sí en la dulce delicia, degustando la cálida y deliciosa caricia de su pasión intensa.La habitación quedó llena del olor a su amor, mezclándose con el delicioso aroma residual de su liberación mientras se entregaban al cálido calor solo encontrado en el abrazo de verdaderos amantes.
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