Al anochecer, cuando el sol desaparecía sobre la línea del horizonte, proyectando una cálida luz dorada sobre el rico y verde campo, la jovencita ardiente no podía esperar más para explorar sus propios deseo.Se despojó de toda ropa solo para llevar su intimista ropa de dormir y estrechó una manta cerca de la base de un antiguo roble, sintiendo la dura, cruda textura del tronco en su piel suave mientras su excitación crecía.El alegre paseo erótico al aire libre iba a comenzar, explorando cada milímetro de su maravillosa cuerpo, sus manos viajaban por sus senos generosos y sus pezones firmes y sensuales, sin dejar ningún área sin explorar.Con un suspiro satisfactorio, deslizó sus dedos bajo la tela de su ropa interior íntima, tomando su clitísmo y humedeciéndolo con su propia excitación.Su mente volaba al clímax intenso como imaginaba rodeada por la belleza natural, el viento susurrándole palabras tiernas al oído mientras masturbaba frenéticamente, su vagina palpitando con cada embestida, implorando por su liberación.Con cada latido acelerado se acercaba a la climax, el sol se hundía en el horizonte, pintando el cielo con una paleta de colores vibrantes.Su climax se incrementaba dentro de ella, creciendo de manera cada vez más poderosa mientras sus dedos imponían su ritmo incansable en su clitísmo y la penetraban con intensidad sin igual en su vagina.Su noción elegante y su insaciable hambre por placer se mezclaban, formando una orgía salvaje que parecía erupción del núcleo mismo de su ser.En este momento de liberación plena, el cuerpo de la jovencita tembló en una explosión de pasión natural, cada fibra de su ser consumida por el éxtasis corriéndole por los venas.Caído sobre la manta, la tierra cálida la acurrucó como una amante, mientras recogía su respiración y disfrutaba del eco de la aventura erótica al aire libre que recordaría durante años.Con cada sensación grabada en su memoria, la caliente jovencita no pudo evitar sentir una profunda conexión con la belleza de la naturaleza, sus propios deseo, y el intenso climax que había consumido completamente.Las sensaciones perduraron en su piel mucho después del sol se había desvanecido, dejándola con picor de los recuerdos de su placer masturbatorio entre la presencia de la naturaleza que había testigo a su pasión desenfrenada.
Debes iniciar sesión para publicar comentarios en la pared. Please Iniciar sesión or Signup (free).