Sabores en Pabellón Perros en el Extremo

En el ajetreo del caluroso mediodía, un par joven se enreda en los exaltantes y las caídas de una aventura al aire libre.Acurrucados cómodamente bajo su suave manta, ella se extiende bajo él, mientras él la domina con deleite, tomando el control desde el principio.Él se acomoda contra ella, sus cuerpos entrelazados, y su piel reluciendo en la cálida luz del sol de verano.Sus senos son empujados, perfectamente exhibidos, y sedientos de que él se acerque.Sus pezones están en alto y visibles, ansiando su contacto.Su boca se desplaza de sus pechos, dejando una línea de besos suaves mientras viaja más abajo, hasta llegar a su clitóris, y ahí le pone su atención, succionándolo con apetito en su boca, y todo el tiempo lampeando su lengua para estimularla aún más.Su respiración acelerada, sus gemidos son más altos y más pronunciados, su vagina anhela su invasión.Sus ojos están fixados en él, está cautivada por su erección que lleva como una medalla de orgullo.Sus piernas se curvan automáticamente alrededor de su cintura, una respuesta involuntaria al deseo abrumador que surje por su cuerpo.Él lentamente se introduce en ella, sintiendo cómo sus cuerpos se conectan de una manera que solo ellos podían comprender, es la fusión definitiva de sus almas.Mientras golpea hacia dentro y fuera, su ritmo se intensifica, cada empujón, cada suspiro y cada rodillazo se alimenta por el pura pasión carnal.Cuenta se cuelga de él como una serpiente al acelerar, una señal para él de aumentar el ritmo, y él se complieza, tomandola al límite y hundiéndola en el océano de excentricidad.Cuerpo a cuerpo, sudados y temblorosos, superponiéndose y superponiéndose, el orgasmo los invade.La manta sigue presente, siendo la barrera que los encierra en su momento de felicidad.Ella puede sentir que sus paredes de la vagina comienzan a temblar, una señal para él de que aumente el ritmo, y él se complieza, llevándola a la cima y arrullándola al fondo del esplendor.Cuerpo a cuerpo, se mueven y juzgan el uno al otro, suelto y tembloroso, su excentricidad se abruma y llenan sus corazones con un sentido de completitud.