Como su esposo entraba en la cocina iluminada con cálidos focos, su esposa lo recibió con una sonrisa sexual.Sus ojos recorrieron su musculoso cuerpo, notando las evidentes señales de su excitación.Ya no podía esperar más para tenerla, su amada esposa, y sabía exactamente qué le encendería la noche.Sus suaves labios se unieron a los de él, guiándolo hacia un pequeño taburete en el rincón de la habitación donde tendrían su sesión de beso en la cocina enervante.El esposo pasmado gruñó cuando su verga dura fue engullida por su lengua experta, sugiriendo y lamiendo su miembro erecto con una habilidad desproporcionadamente genial que recorría su espina dorsal.Su esposa amante siempre estaba de acuerdo con algunos juegos extraños en su cama matrimoniales.Mientras su boca la rodeaba calentando, no pudo evitar pensar cuánto adoraba su abordaje sensual del sexo.El sonido de su laringe siendo ahogada por su gran verga hizo que sus huevos ardieran por el alivio, mientras la idea de su reina acoplada atrapando su erección en piedra lo llenó de anticipación.Al sentir que la tensión aumentaba, puso un dedo en su mejilla, indicándole que era el momento de la próxima fase.Ella dejó de lamer momentáneamente y miró hacia él, sus ojos llenos de deseo al notar la necesidad de su hombre por más.Mientras intercambiarían miradas hambrientas, su sed animal por el otro aumentó.Entonces, su esposa entonces lentamente retiró su miembro de su boca con una sonrisa complacida, permitiendo que su pecho palpitara antes de ser devorado de nuevo por esos labios insaciables.Sus suaves caricias en el miembro de su esposo combinadas con el sentimiento de su lengua lamiendo delicadamente su cabeza sensible lo llevaron al ajetreo.Ya no pudo contenerse más al seguir haciendo la sexual oral enérgica, provocando quejas del hombre en medio de su ardiente lamer y ahogarse sesiones en su enorme erección.Finalmente, no pudiendo contenerse más, agarró su cabeza firmemente contra su verga con una mano mientras utilizaba la otra para mantener un dedo frente a sus labios, evitando que protestara.Con una mezcla de firmeza y suavidad, hizo un empuje de sus caderas hacia delante, liberando una inundación de esperma grueso todo en su cara, que ella felizmente lamió.La esencia de su marido sabía dulce, como su sesión erótica se terminaba, dejándolos ambos satisfechos y agradecidos.En la inmediación del orgasmo de la seductora sesión de sexo en la cocina de su esposa, se quedaron enredados en el suelo de la cocina, sus cuerpos pegajosos con el amor y la pasión de la otra.Juntos compartieron un instante íntimo que sería recordado por ellos como uno de los encuentros sexuales más intensos entre un marido amoroso y su seductor esposa.
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